Americana se hacen eco en la distancia, los sirvientes revolotean para prepararse para uno de los eventos más grandes de la sociedad neoyorquina: el gran baile de los Schuylers.

 

Descendientes de dos de las líneas de sangre más antiguas y distinguidas de Nueva York, los Schuylers se enorgullecen de ser una de las familias fundadoras de su recién nacido país, e incluso más orgullosos aún de sus tres hijas: Angélica, con su ingenio afilado; Peggy, con sus miradas deslumbrantes; Y Eliza, cuya belleza y encanto rivalizan con el de sus dos hermanas, aunque preferiría estar ayudando a los colonos que a vestirse para una baile tonto. 

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Aún así, apenas puede contener su emoción cuando oye hablar de la llegada de un Alexander Hamilton, un joven y misterioso coronel joven y del general George Washington.

 

Aunque Alex ha llegado como portador de malas noticias para los Schuylers, no puede creer que su suerte, como huérfano y bastardo en eso, sea tan estimada. Y cuando Alex y Eliza se reúnen esa fatídica noche, así comienza una épica historia de amor que cambiaría para siempre el curso de la historia americana.